Clasificarla como culto o secta, considerar a sus religiosos como brujos o curanderos son algunos de los estigmas de la Umbanda. ¿Esto también formará parte del mito argentino?
Indagar acerca de las creencias religiosas de los no católicos, despierta a la vez, apatía y desconfianza, especialmente por los supuestos temores que lo desconocido acarrea.
En nuestro país las prácticas religiosas umbandistas integran este grupo de religiones sospechadas de hermetismo y misterio que llaman más, a la indiferencia que a la curiosidad y a la actitud científica.
A pesar de ser reconocida oficialmente por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la República Argentina, existen actitudes discriminatorias en cuanto a su doctrina y a sus ritos,
¿ Habrá algo de cierto?
En esta nota trataremos de descubrirlo.
"Altar Umbanda, donde se aprecia el sincretismo a través de la presencia de imágenes católicas, africanas e indígenas"
Un viaje al interior de Valentín Alsina...
La incertidumbre y el desconocimiento sobre la Umbanda nos llevaron a buscar adeptos deseosos de contar "su verdad". Los contactos realizados nos acercaron a la Mae Ana María Marcantonio, que accedió gentilmente a interiorizarnos sobre la religión que practica. Nuestra curiosidad nos llevó hasta Valentín Alsina donde conversamos con nuestra entrevistada, encontrándonos a una mujer de familia y, a la vez, directora (desde 1997) de la Revista Axé: Luz, espíritu y verdad de la religión africana, con una tirada mensual de cinco mil ejemplares. La entrevistada nos presentó una realidad totalmente novedosa-hasta ese momento-, acerca de las necesidades de los feligreses umbandistas para ser reconocidos por los otros: Contar con una organización administrativa y religiosa, con jerarquías eclesiásticas acordes a la sociedad en la cual vivimos: "En un mundo globalizado, que desea multiculturalizarse donde todo se conecta, si vos querés que la religión se vea con 'ojos normales'¿Quién puede hacerlo? Alguien que la conozca y por eso la representación política." El punto de referencia más cercano es Brasil, donde los religiosos umbandistas llegaron a ocupar bancas en la Asamblea Legislativa de Río Grande do Soul. Al margen de sus aspiraciones políticas, nos interesaba conocer los orígenes y las prácticas de la religión en Argentina.
Sus orígenes
En nuestro país fue introducida, en la década del '60 por un grupo de maes y pais de esta religión preparados en Brasil. Ellos tienen el privilegio de ser la primera generación de religiosos. Actualmente son reconocidos por sus pares, ya sea por su antigüedad y, especialmente, por su trayectoria. Según la Mae de Santo Ana María Marcantonio:
"Fueron los que lucharon por mantener viva la religión durante la última dictadura, momentos violentos, en los que se irrumpía en los templos, levantando las sesiones, profanando los 'cuartos santos', llevándose presos a los fieles".

Vista general del Cuarto de Santo.
Ritos argentinos
En 1968 el Registro Nacional de Cultos, otorgó el primer permiso a un templo de Religión Africana,denominado Ile Osanía-Osún, en la calle Gobernador Castro 3870, en Villa Adelina, a la señora Nélida Baños de Corbo.El número de permiso de culto fue el 29.
Con el tiempo la proliferación de los templos fue aumentando, situación que el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto -actualmente- no contempla. Como suele ocurrir en nuestro bendito país, los trámites son interminables e infructuosos. Ya sabemos que aquí la realidad y la legalidad nunca se acompañan:
"Según el Registro de Cultos hay 390 templos en todo el país, para nosotros hay 800. Hay muchísimos que no están inscriptos. Podés encontrar templos en la villa o en el comedor de una casa, pero no hay apoyo de ninguna naturaleza..."
Según los propios adherentes, es una religión netamente pragmática, pues cada templo especifica los ritos y las creencias que considera adecuadas para acercarse a su Orixá particular (ángel que preside a los seres de la naturaleza, puede ser el ángel de la guarda particular de cada ser humano). Esta peculiaridad, permite darle a cada templo, un carácter de "microsociedad"; donde protegen su autonomía, compitiendo entre sí, criticándose y disputándose a los fieles según revelen una mayor fidelidad a los espíritus del pasado. Además cada casa o filial posee un calendario de fiestas religiosas específico, y otro más general, que rige a toda la religión en sí misma (según la tradición de las comunidades tribales y el modelo ancestral africano).
La diversidad y heterogeneidad de los templos que aparecen dispersos por el conurbano bonaerense sin inscripción alguna, es una de las temáticas que más polémica provoca, dentro y fuera de la Umbanda. La autocrítica comienza por casa, ya que la Mae entrevistada, planteó la escasa uniformidad e inexistencia de una estructura religiosa consolidada: "No hay un ordenamiento ministerial escrito, donde la persona pueda llegar a dar un exámen a nivel cultural y litúrgico que avale la posibilidad de transmitir la religión. Pero como errar es humano, hay directores espirituales que permiten la apertura de una Casa a personas que no están en condiciones de hacerlo."
En la eterna búsqueda por la aceptación social, los umbandistas intentan acercarse al modelo católico, a través de ciertos elementos similares con éste: Rendir culto a un dios, poseer un dogma, un ritual específico (con la utilización de objetos ornamentales o amuletos para comunicarse con los Orixás, como también el uso de tambores, cencerros o calabazas para poder convocar a sus guías espirituales), y una jerarquía sacerdotal similar a la de Roma. Para comprender mejor su precaria organización jerárquica, nuestra entrevistada nos propuso un paralelismo: Comparar al seminarista de la religión católica con "el que se está preparando para, en el futuro, poder tener hijos de religión". Al sacerdote católico con la mae de Santo que es la que tiene su permiso ( Axé ) a tener hijos de religión. Y por último, el Obispo con el Babalorixá o la Ialorixá, "son los que tienen hijos de religión que a su vez preparan hijos de religión". No existen otras jerarquías mayores, hasta tanto la religión pueda organizarse institucionalmente con la formación de un Consejo de carácter social, cultural y litúrgico.
Según el antropólogo Frigerio, ante los estigmas de nuestra sociedad, los umbandistas utilizan dos estrategias: la primera es la de pasar inadvertidos, disimulando su filiación religiosa, y la segunda, es ocultar las características que puedan llevar a un acto discriminatorio, resaltando los aspectos que puedan ser valorados por la sociedad. Además sobre el tema de la pertenencia a la religión, la Mae Ana María Marcantonio, expresa que hay muchos practicantes "ricos y famosos" que protegen su filiación por miedo a la discriminación.
En cuanto a las prácticas conjuntas de la Umbanda, el Batuque o alguna otra variante de influencia africana, estas vertientes son realizadas en el mismo templo y concebidas como un camino espiritual que denominan: "La religión". La etapa introductoria es la Umbanda en donde el individuo se socializa en la religión y se prepara para su posterior inicio en el Africanismo, que es el núcleo de la práctica religiosa. Éste implica un mayor compromiso, posibilita un mayor contacto con su orixá personal, y un mayor desarrollo espiritual. También con el uso de la sangre de animales sacrificados, se moviliza más energía espiritual en beneficio de quienes se acercan a los templos en busca de ayuda.
Una visión de nuestra realidad social
Esa ayuda que los feligreses reclaman, muchos la llaman línea de pobreza. Son sólo observaciones que nos llaman a la reflexión acerca de la fe y de algunas caridades que los pobres buscan incansablemente en ciertos lugares. En este caso son los templos umbandistas, donde aparte de un plato de comida lo que se les brinda, también, es la esperanza y la fe en el porvenir. ¿Acaso las religiones no se sostienen en ese futuro donde todo será mejor?
Así lo expresó nuestra entrevistada acerca de los orígenes sociales de los practicantes de la Umbanda:
"No tenemos dinero. Pensá que la religión tiene todos los estratos sociales, está el estrato social que nunca te va a reconocer que pertenece a nuestra religión y son los que tienen dinero. También está el de la villa y más de una vez viene al templo a comer. En un templo nunca falta un plato de comida, porque lo que nosotros utilizamos para los rituales es lo que se come. Nosotros no hacemos sacrificios de animales como en algún momento nos quisieron acusar, lo nuestro es inmolación porque el animal no sufre. Pero aparte nosotros comemos esa carne y la damos. La fiesta del ritual, en un momento determinado, es pública y la gente puede entrar y comer.
P: ¿Y en cuanto a las clases sociales?
R: Hay una mayoría de pobres. Donde hay una villa seguramente vas a encontrar un templo, pero la identificación del mismo no está a la vista.
P: ¿Cómo te das cuenta, entonces?
R: Preguntando y si no en la mitad de la noche, un sábado o un viernes..."
He dicho
La mala imagen que tienen ante nuestra sociedad y las frases descalificadoras no hacen más que condenarla al baúl de las pseudoreligiones, consideración que pesa demasiado a la hora de dar a conocer sus prácticas y sus ritos, donde fusionan parte de nuestro pasado cultural: el aporte indígena, las raíces africanas y el modelo católico.
Es por eso que la ignorancia de todos especialmente triunfa cuando de prejuicios se habla y, a la vez, se condena con la indiferencia social. Qué mejor olvido o crítica que el rechazo permanente o la burla cotidiana. ¿Acaso no la practicamos diariamente, negándonos a aceptarlo? La religión Umbanda no escapa a esta realidad que vivimos como seres humanos...

Cuarto de Santo donde se observan imágenes de santos católicos y elementos propios de los Orixás. Detrás de la cortina del fondo se encuentran los fundamentos de cada uno de los Orixás, los cuales son secretos.
Bibliografía
Brown, Diana; "O papel histórico da classe média na Umbanda", en Religião e Sociedade 1, 1977.
Deschamps, Hubert, Las religiones del Africa Negra, Buenos Aires, EUDEBA, 1962.
Frigerio, Alejandro; "De la Umbanda al Africanismo:Identificación étnica y nacional en las religiones afrobrasileñas en Argentina".
Frigerio, Alejandro; "La Umbanda no es una religión de ignorantes y mediocres". Estrategias ante la estigmatización de las religiones afrobrasileñas en Buenos Aires, en Revista de Antropología, Nº 10, 1991.
Gallardo Jorge, Presencia Africana en la cultura de América Latina, Buenos Aires, Fernando García Cambeiro, 1986.
Revista Axé: Luz, espíritu y verdad de la religión africana, año 1 vol. 1 a 12, , Buenos Aires, Circulo Editor.